Compilé durante un par de años las frustraciones que me dio una decepción amorosa tan asfixiante que pensé que me iba a matar. Pero como soy pesimista, sabía que nada iba a acabar conmigo. Intenté hacer una rutina de stand-up comedy con los textos que escribí durante esa época pero todo lo que decía estaba tan lleno de dolor y tan vacío en comedia que decidí renunciar. Un buen día un amigo me hablo de las cucarachas amaestradas y me pareció simplemente poética la idea de que una cucaracha, algo tan asqueroso y de origen tan poco noble, sea inteligente o por lo menos tenga intención y capacidades. La idea me quedó dando vueltas en la cabeza por unos meses hasta un buen día en que estaba sentado en mi escritorio garabateando vi un personaje monstruoso en mi cabeza de forma tan clara que lo pude plasmar en el papel. Cucaracho pasó un tiempo siendo muy diferente de como es hoy en día. Incluso era mudo… pero la cosa no podía quedar así; Cucaracho Amaestrado tenía que decir algo. ¿Pero qué decir? Recordé mi fallido libreto de comedia y se lo di por cucharadas a mi nuevo personaje. Todo encajó perfectamente y tenía entre manos algo tan bello que tenía que contárselo al mundo. Una porquería de personaje con tan bellos sentimientos no podía ser menos que un seriado. Cucaracho nació en Chapinero, Bogotá, cuando cumplí 26 años. Ya no necesita que yo le diga qué decir porque tiene vida propia y le ocurren cosas que a mí jamás me han pasado. Somos amigos cercanos. En 2014 creé la primera versión de Cucaracho pero me tomó un año animarme a publicarlo. Ahora es todo tuyo. -Moro
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